Ciudad de México.- Financiera Auxi, S. A. de C.V., Sociedad Financiera Popular (Sofipo), enfrenta una crisis financiera profunda y un riesgo elevado para sus ahorradores. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la autoridad reguladora del sector financiero mexicano, ha permitido que Auxi continúe operando a pesar de su precaria situación financiera, lo que ha encendido alertas sobre la falta de control y supervisión en el organismo.
Auxi es supervisada directamente por la Dirección General de Supervisión de Sociedades Financieras Populares “A” de la CNBV, bajo la responsabilidad de Ana Laura Hernández Flores. Desde 2019, la Sofipo ha presentado graves problemas estructurales, reflejados en una disminución de su volumen de negocios y un deterioro de la calidad de sus activos. A pesar de que esta situación debería haber llevado a acciones regulatorias por parte de la CNBV, hasta la fecha, ninguna medida ha sido implementada para proteger a los ahorradores.
Desde julio de 2023, Auxi muestra un capital contable negativo de -$9,745,318, lo que la coloca en causal de disolución conforme a los artículos 229 y 232 de la Ley General de Sociedades Mercantiles. La CNBV, como regulador encargado de proteger los intereses de los ahorradores, debería haber registrado esta situación en el Registro Público de Comercio o, incluso, solicitar la disolución judicial. Sin embargo, la falta de acción ha prolongado una crisis que afecta directamente a los 7,739 ahorradores de Auxi.
La situación de capitalización de Auxi es alarmante. Desde julio de 2023, la Sofipo registra un Nivel de Capitalización (NICAP) negativo, que ha empeorado drásticamente, alcanzando -104,644.5% en agosto de 2024. Para una entidad de este tipo, el NICAP debe ser positivo y superior al 131%, ya que mide la capacidad de la institución para hacer frente a sus riesgos en beneficio de los ahorradores. En el caso de Auxi, un NICAP negativo significa que los ahorradores están totalmente expuestos a los riesgos asumidos por la administración, con una proporción de riesgo de $104.6 pesos por cada peso en pérdida potencial.
A pesar de estas alarmantes cifras, la CNBV, a través de Ana Laura Hernández Flores, no ha activado los mecanismos previstos en la Ley de Ahorro y Crédito Popular. Esta normativa establece que, en caso de que una Sofipo alcance un NICAP menor al 56%, se debe proceder a la remoción de su director general y consejo de administración, así como a la convocatoria de una Asamblea de Accionistas para decidir en un plazo máximo de seis meses entre opciones como la escisión, fusión, venta, disolución o concurso mercantil.
El tiempo de reacción en situaciones de solvencia y liquidez es crucial para evitar pérdidas mayores para los ahorradores y para el Fondo de Protección. La falta de acción de la CNBV ha provocado que un problema de solvencia en Auxi se agrave ahora con un problema de liquidez. La capacidad de la entidad para cubrir sus compromisos ha disminuido drásticamente, con un índice de liquidez que cayó del 489% en junio de 2023 al 14.5% en agosto de 2024, lo que significa que, por cada peso que debe pagar en los próximos 30 días, solo cuenta con 14 centavos.
Fuentes cercanas al organismo regulador afirman que la supervisora Ana Laura Hernández Flores podría haber recibido incentivos para retrasar las medidas regulatorias, beneficiando así a los accionistas de Auxi y postergando su impacto. Esta omisión, actualmente en investigación por la Auditoría Superior de la Federación, plantea dudas serias sobre la integridad del proceso de supervisión de la CNBV y la protección real que brinda a los ahorradores.
La situación expone el peligro de que las malas prácticas dentro de la CNBV no solo pongan en riesgo a los ahorradores de Auxi, sino también la estabilidad del sector financiero popular en México. La inacción Ana Laura Hernández Flores podría tener consecuencias devastadoras para miles de personas que han depositado su confianza y su capital en entidades financieras como Auxi.